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Hoy en un día incierto he tomado una determinación, y me aventuro por un camino difícil, del cual no se si saldré más feliz o más triste de lo que hoy me encuentro.

Tengo ganas de llorar, pero es curioso que casi haya olvidado cómo hacerlo.

Mi trayecto escolar esta vez podría dejarme inconsciente, apenas podre dormir y comer, quiero dedicarme a buscar lo que quiero allá donde no he buscado, quiero viajar y perderme para reencontrarme, porque se que en el fondo sigo siendo el mismo.

Me alegra ser acompañado en el trayecto por personas inmejorables en la vida, y los que ya no sigan conmigo, les agradezco porque las llevo en mi ser como el sabor que una vez probado nunca se llega a olvidar.

Supongo estaré bien, siempre lo estoy, pasa el tiempo y para mí el vacio ya es un lugar normal.

Escribo solo porque tengo mucho que decir, y al menos se que huyo porque amo, y porque estar despierto en este mundo mirándote es un delirio.

Tan terco y obstinado como soy no quiero dejar a la razón sobre el corazón, aunque me lleve lejos, me tire y me desgarre, acá quedara una parte de mí, esa que nunca se fue.

Me voy entre mi música, mis libros y mis fotografías, que están presente en esta y en todas mis redacciones, hasta entonces…